9 mar 2007

Globalización: una mirada germana

Bush y Chávez protagonizan en estos días la apertura de un debate ideológico en la región con poco espacio para posturas moderadas. Desde Forum Global, todavía en rol de espectadores hasta la finalización de la gira de Bush para ir cerrando algunas conclusiones, vemos como muy positivo compartir la mirada germana sobre la globalización. Mientras el presidente alemán Horst Köhler también recorre Latinoamérica, el destacado sociólogo Jürgen Turek es entrevistado por la prestigiosa cadena cadena Deutsche Welle:
DW-WORLD: ¿Quiénes son los ganadores, quiénes los perdedores de la globalización?
Jürgen Turek: Los ganadores de la globalización son en general los países y sociedades que logren adaptarse a la internacionalización de los desarrollos socio-económicos. Esta nueva estructura debe extenderse prácticamente hasta las bases de las empresas, las regulaciones político-sociales y las regulaciones salariales así como a temas complejos como el de la inmigración.
Los países de la Unión Europea y también Alemania lo han logrado exitosamente, con matices. Países como Suecia o Finlandia lo han logrado mejor que Alemania o Francia. Pero en el caso de Alemania no debe olvidarse el proceso de reunificación, una problemática de desarrollo sin comparación en la historia.
Los perdedores son aquellos países que ignoran la globalización o la demonizan y hacen como si la vida siguiera adelante como en tiempos del conflicto este-oeste.

DW-WORLD: ¿Y qué sucede en el caso de América Latina?
Jürgen Turek: En relación a la integración económica de América Latina en el marco del MERCOSUR y de los esfuerzos nacionales se registran muchas diferencias en los procesos de acoplamiento lo mismo que en Europa.
Desde el punto de vista de los datos básicos sobre el crecimiento económico, la inflación, el déficit presupuestal y el balance de pagos se puede decir que Brasil registra mucho más robustez que otras naciones latinoamericanas.

DW-WORLD: ¿Cómo puede beneficiarse América Latina de la globalización?
Jürgen Turek: Los países latinoamericanos pueden beneficiarse de la globalización igual que el resto del mundo, sí logran adaptarse socio-económicamente y no se aíslan. En el caso de Brasil se puede decir que este país es la décima economía del mundo.
Conjuntamente con Rusia, India y China es uno de las futuras potencias económicas. Brasil se abre oportunidades con conceptos innovadores en el sector de la energía y la energía nuclear. Los relativamente buenos índices de crecimiento de los últimos años, el incremento de ganancias por exportaciones en los mercados de materias primas y el crecimiento de sus reservas de divisas, demuestran que la economía brasileña se mueve con agilidad en el mercado mundial.
Aún así perduran los problemas sociales A pesar de los innumerables programas sociales, cerca del 35 por ciento de la población vive por debajo del nivel de pobreza. La adaptación a la globalización comprende no sólo la economía sino que también que la población se integre en este proceso a través de educación, inclusión social y aceptación. Este es un proceso a mediano y largo plazo que debe impulsarse sistemáticamente no sólo en Brasil sino en el resto de los países.

DW-WORLD: Durante décadas los países industrializados de Occidente, entre ellos Alemania, impulsaron la globalización con ahínco. En los últimos años se tiene la impresión de que la Unión Europea, y también Alemania, obstaculiza las negociaciones de la OMC, ¿a qué se debe este cambió?
Jürgen Turek: El estancamiento de las negociaciones de la OMC tiene, a mi parecer, poco que ver con la globalización. Debe mirarse como la influencia de grupos de interés muy poderosos especialmente en el sector agrícola. Pero aún cuando muchos opinan que la Ronda de Doha ha fracasado tengo la esperanza de que las negociaciones vuelvan a relanzarse.
Un mercado mundial liberalizado beneficia a todos, especialmente a los países en vías de desarrollo y subdesarrollados. Si se tiene la impresión de que la globalización cojea en este sentido, entonces básicamente se reconoce que no se está de acuerdo o que no se entienden ciertas consecuencias reguladoras de este proceso.

DW-WORLD: ¿Es posible una globalización justa como la piden el presidente alemán Köhler y el presidente de Brasil Lula?
Jürgen Turek: Sí, ¿por qué no? En lo que se refiere a negociaciones de la OMC se debe tomar y dar de forma lo más equilibrada. En el ámbito del propio desarrollo económico China, Brasil e India nos demuestran cómo se puede uno beneficiar por fuerza propia de la globalización. Se trata de países que no sólo pueden movilizar una enorme dinámica económica sino que pueden defender de forma segura sus intereses en los gremios internacionales y no dependen de la buena voluntad de otros.

DW-WORLD: ¿Pueden los opositores a la globalización como Attac, realmente influir en este proceso?
Estos grupos tienen cierta influencia. Por ejemplo la lucha conjunta de los opositores a la globalización contra la reunión ministerial de la OMC en Seatlle a finales de 1999. Se conjugaron las diferencias de los ministros, las protestas organizadas especialmente vía Internet por estos grupos y una opinión pública muy movilizada: la reunión fracasó.

Jürgen Turek, 47, es director del grupo de investigación sobre cuestiones futuras del Centro de Investigación de Política Aplicada de la Universidad Ludwig-Maximilians de Manchen. Entre otros publicó tres libros sobre el cambio social en Europa y sobre la situación político económica.

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