Desde que comenzó el espacio radial de Forum Global hay un bloque llamado “clipping” en el que el equipo periodístico realiza un relevamiento de lo más destacado en los medios del mundo para informar a los oyentes lo que ocurrió en la semana en breves líneas.
La crisis en Ucrania ocupó gran espacio en los medios de Europa del Este y Rusia y el domingo anterior nos abocamos a presentar un informe sobre el estado actual del ex república soviética, que hoy continúa convulsionado, mientras que desde la Embajada en Argentina nos anunciaron que aún no se expresarán al respecto.
El presidente ucraniano ha enviado a disolver la Rada (parlamento de 450 bancas) considerando que no puede gobernar y decidió anticipar elecciones desatando una crisis institucional que intenta superar el estado de incertidumbre.
Gestión en picada
Victor Yuschenko, actual presidente y con línea directa a Washington, logró acceder al gobierno en un “ballotage”, en el que obtuvo el apoyo de varias fuerzas políticas en el 2004, en lo que se denominó una alianza ganadora en la Revolución Naranja.
Un alejamiento con denuncias rompe primeramente la coalición de gobierno con Julia Timoshenko y su fracción, ministra y una de las líderes más carismáticas. Esto comenzó a marcar un camino hacia la debilidad en la gobernabilidad.
En el último mes, en el parlamento sus aliados se han pasado al bando contrario y otros ministros también han dirimido.
Aliado de Moscú
Hoy muchos ucranianos se han desencantados de la gestión de Yuschenko. Quien alberga las nuevas perspectivas de poder es el primer ministro Víctor Yanukovich, con apoyo de masas del Este, más proclives a Rusia donde el perfil productivo del país es industrial, a diferencia del agropecuario que predomina en el Oeste ucraniano.
Si bien continúa la búsqueda de no reconocer las medidas de Yuschenko por suspender el parlamento, prepara una coalición poderosa para enfrentarse a las fracciones pro-occidentales.
Explosiva
Párrafo aparte para Julia Timoshenko, de 44 años y con altas probabilidades de convertirse en presidenta en las próximas elecciones; es ella quien más milita por alejar a Ucrania de todo vínculo con Moscú.
Fijando posiciones en Forum Global, no gustó y lo criticamos con argumentos que haya salido al reconocido diario alemán DIE-WELT que “si EE.UU. le suelta el brazo a Ucrania, ésta caerá en manos de Rusia”. Además, estimó que el modelo de Ucrania debe ser “europeizarse” vía occidente, y no el retraso que significaría volver a depender del gobierno ruso.
También publicó un articulo bajo el lema: “Frenar a Rusia” en Foreing Affairs de EE.UU., y se despachó belicosamente en la prensa inglesa.
Sucede que durante todo este proceso político, los militantes de ambos bandos se están manifestando en las calles. Los partidarios de Víctor Yanukovich han rodeado el parlamento; por lo tanto, hay alerta por si algún mínimo brote de violencia pueda desencadenar en una escalada mayor.
Los observadores internacionales alertan de “guerra civil”. Con lo cual, flaco favor le hace al pueblo ucraniano la opositora Julia Timoshenko, ex socia de Yuschenko, al caldear aún más los ánimos.
En momento poco oportuno también llamó a plebiscitar el ingreso de Ucrania a la OTAN, en una señal más de apoyarse en la comunidad internacional ante sus diferencias con Rusia.
La dirigencia ucraniana debería resolver sus asuntos bajo los estamentos constitucionales y a través de actitudes maduras de sus dirigentes: la democracia está instalada tan solo desde 1991.
Viejos Fantasmas
Estados Unidos y Rusia están con la mirada puesta en el conflicto del segundo país más poblado de Europa y que tiene una ubicación estratégica más que vital para ser proveedor de energía hacia otras regiones.
Yuschenko ha viajado a Moscú antes de mandar a cerrar el parlamento acudiendo a la menor intervención política posible. De hecho, ha vuelto a conversar telefónicamente con Vladimir Putin.
Rusia se ha ofrecido a colaborar, y su aliado Víctor Yanukovich no ha perdido diálogo con Yuschenko mientras que se fortalece políticamente en las calles, pero no es posible un entendimiento. Además, los rusos se quejaron por la intromisión de Washington en este conflicto, mientras que la UE ha pedido prudencia y se ha mantenido atenta sin intromisión.
Resulta de interés entonces analizar la situación ucraniana, clave en el desarrollo de estabilidad en los países de la ex Unión Soviética. En tiempos en que la Comunidad Europea abre su paraguas protector a nuevos miembros del Este y el liderazgo que procura encarar el presidente de la Federación Rusa logra nuevas tendencias hacia el multilateralismo.
Hoy, los viejos fantasmas, los intereses en un mismo país por parte de Rusia y Estados Unidos no se han alejado, así como tampoco se ha alejado el estado de ingobernabilidad en Ucrania, donde por más que ahora aparezca como hombre fuerte el pro-ruso Víctor Yanukovich, el rechazo a Rusia lograría que Yuschenko y Timoschenko se vuelvan a unir en un frente pro-occidente.
La crisis en Ucrania ocupó gran espacio en los medios de Europa del Este y Rusia y el domingo anterior nos abocamos a presentar un informe sobre el estado actual del ex república soviética, que hoy continúa convulsionado, mientras que desde la Embajada en Argentina nos anunciaron que aún no se expresarán al respecto.
El presidente ucraniano ha enviado a disolver la Rada (parlamento de 450 bancas) considerando que no puede gobernar y decidió anticipar elecciones desatando una crisis institucional que intenta superar el estado de incertidumbre.
Gestión en picada
Victor Yuschenko, actual presidente y con línea directa a Washington, logró acceder al gobierno en un “ballotage”, en el que obtuvo el apoyo de varias fuerzas políticas en el 2004, en lo que se denominó una alianza ganadora en la Revolución Naranja.
Un alejamiento con denuncias rompe primeramente la coalición de gobierno con Julia Timoshenko y su fracción, ministra y una de las líderes más carismáticas. Esto comenzó a marcar un camino hacia la debilidad en la gobernabilidad.
En el último mes, en el parlamento sus aliados se han pasado al bando contrario y otros ministros también han dirimido.
Aliado de Moscú
Hoy muchos ucranianos se han desencantados de la gestión de Yuschenko. Quien alberga las nuevas perspectivas de poder es el primer ministro Víctor Yanukovich, con apoyo de masas del Este, más proclives a Rusia donde el perfil productivo del país es industrial, a diferencia del agropecuario que predomina en el Oeste ucraniano.
Si bien continúa la búsqueda de no reconocer las medidas de Yuschenko por suspender el parlamento, prepara una coalición poderosa para enfrentarse a las fracciones pro-occidentales.
Explosiva
Párrafo aparte para Julia Timoshenko, de 44 años y con altas probabilidades de convertirse en presidenta en las próximas elecciones; es ella quien más milita por alejar a Ucrania de todo vínculo con Moscú.
Fijando posiciones en Forum Global, no gustó y lo criticamos con argumentos que haya salido al reconocido diario alemán DIE-WELT que “si EE.UU. le suelta el brazo a Ucrania, ésta caerá en manos de Rusia”. Además, estimó que el modelo de Ucrania debe ser “europeizarse” vía occidente, y no el retraso que significaría volver a depender del gobierno ruso.
También publicó un articulo bajo el lema: “Frenar a Rusia” en Foreing Affairs de EE.UU., y se despachó belicosamente en la prensa inglesa.
Sucede que durante todo este proceso político, los militantes de ambos bandos se están manifestando en las calles. Los partidarios de Víctor Yanukovich han rodeado el parlamento; por lo tanto, hay alerta por si algún mínimo brote de violencia pueda desencadenar en una escalada mayor.
Los observadores internacionales alertan de “guerra civil”. Con lo cual, flaco favor le hace al pueblo ucraniano la opositora Julia Timoshenko, ex socia de Yuschenko, al caldear aún más los ánimos.
En momento poco oportuno también llamó a plebiscitar el ingreso de Ucrania a la OTAN, en una señal más de apoyarse en la comunidad internacional ante sus diferencias con Rusia.
La dirigencia ucraniana debería resolver sus asuntos bajo los estamentos constitucionales y a través de actitudes maduras de sus dirigentes: la democracia está instalada tan solo desde 1991.
Viejos Fantasmas
Estados Unidos y Rusia están con la mirada puesta en el conflicto del segundo país más poblado de Europa y que tiene una ubicación estratégica más que vital para ser proveedor de energía hacia otras regiones.
Yuschenko ha viajado a Moscú antes de mandar a cerrar el parlamento acudiendo a la menor intervención política posible. De hecho, ha vuelto a conversar telefónicamente con Vladimir Putin.
Rusia se ha ofrecido a colaborar, y su aliado Víctor Yanukovich no ha perdido diálogo con Yuschenko mientras que se fortalece políticamente en las calles, pero no es posible un entendimiento. Además, los rusos se quejaron por la intromisión de Washington en este conflicto, mientras que la UE ha pedido prudencia y se ha mantenido atenta sin intromisión.
Resulta de interés entonces analizar la situación ucraniana, clave en el desarrollo de estabilidad en los países de la ex Unión Soviética. En tiempos en que la Comunidad Europea abre su paraguas protector a nuevos miembros del Este y el liderazgo que procura encarar el presidente de la Federación Rusa logra nuevas tendencias hacia el multilateralismo.
Hoy, los viejos fantasmas, los intereses en un mismo país por parte de Rusia y Estados Unidos no se han alejado, así como tampoco se ha alejado el estado de ingobernabilidad en Ucrania, donde por más que ahora aparezca como hombre fuerte el pro-ruso Víctor Yanukovich, el rechazo a Rusia lograría que Yuschenko y Timoschenko se vuelvan a unir en un frente pro-occidente.
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